El
agua alcalina antioxidante es el resultado de un extenso proceso de
mineralización y
purificación ya que, por su estructura molecular, la cual es la mitad del tamaño del
agua purificada normal, es capaz de
traspasar de manera más eficiente las células de nuestro cuerpo y de esta forma
desechamos las toxinas, residuos y ácidos que nuestro cuerpo produce de forma
natural por lo que bebemos, comemos, respiramos y sentimos.
Ayuda a limpiar arterias y activa el sistema circulatorio, contribuye a
la pérdida de peso, facilita la eliminación de toxinas, mejora
considerablemente la oxigenación y aumenta nuestro rendimiento físico, también
nos ayuda a regular el PH del cuerpo y produce efectos terapéuticos en el
cuerpo, principalmente en el sistema nervioso, digestivo y urinario.